El caballo es un animal de gran envergadura que reparte todo su peso sobre cuatro extremidades muy delgadas. La importancia de esa base, el casco, es fudamental para evitar futuras lesiones. Una grieta o una infección en los pies es evitable si te acostumbras a limpiar bien los cascos tras montar. Mejorarás el rendimiento del equino y su bienestar. Ahora te los explicamos en unos sencillos pasos.
Instrucciones
- Con un limpiacascos se eliminan los restos de barro y suciedad, desde el talón hacia la lumbre.
- La ranilla debe ser limpiada con esmero para retirar restos de piedras u otros objetos, ya que es una zona donde se acumulan las bacterias.
- Comprobaremos que no existe ningún corte ni grieta; así como el grado de sequedad del casco.
- Si se percibe un olor desagradable, es síntoma de infección. Debes limpiar muy bien y aplicar agua oxigenada.
- Para finalizar, comprueba el estado de la herradura. Debe estar perfectamente fijada y sus remachas deben estar en su sitio.